Brazos flojos, sueltos a los lados. Piel sensible, pelos erizados y carne voluminosa. Peso en los ojos, cavidad en los oídos, espacio en la boca. Mente perdida, conciencia alerta, pies descalzos. Toques en las partes, alas en los hombros, fuerza en las piernas. Ideas en la cabeza, tensión en las muelas, liquido en el cuerpo. Valor de los gestos, calidez de los modos, placer de los ademanes.
Se buscan paralelos, la vista no juega, el olfato no opera, el oído no participa. Las manos juegan, operan y participan, movilizan. No se buscan, se evitan a propósito, se encuentran ¡minga! se omiten, se hallan. Juegan, siguen, juegan, avanzan, juegan, proponen. Las manos como ejes, como motores con carrocería-cuerpo-todo. Contacto con el aire, el frío, las otras carnes, el sudor, las pieles. ¡Mentira! Están todos, ven, oyen, tocan, huelen, saborean.
Se pierden nuevamente, el ocio sigue, presente, conciente ¡iupi! Los jueguecitos no son en vano: acumular, sumar, procesar, seguir.